Elena Santonja

Elena Santonja proviene de una familia de artistas: su bisabuelo era el pintor Eduardo Rosales, su padre también fue pintor, su hermana Carmen, aparte de pintar, fue música (Vainica Doble) y su marido fue el director de cine y escritor Jaime de Armiñán. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, siendo compañera de generación de pintores como Luis Feito, Lucio Muñoz, Antonio López o Manuel Alcorlo, y se graduó en 1955, participando en exposiciones a partir de entonces. Fue una pintora que ha practicado con igual talento la pintura al óleo, al pastel, el dibujo a lápiz, a tinta, el grabado y la creación de objetos, e incluso el diseño de papeles para la pared. En cuanto a su trayectoria artística, ésta se ha caracterizado desde sus comienzos hasta el final, por una alternancia entre la figuración y la abstracción que ha ido configurando sus distintas etapas, siendo el conjunto de todas sus obras de llamativa variedad que muestran su gran imaginación y su predilección por distintos temas. De hecho, Elena, además de su gusto por el mundo artístico y decorativo, fue muy admiradora de las ciencias naturales, por eso hizo muchos paisajes, dibujos de setas y cuadros de pájaros, como el de esta colección. La exposición de cuadros de pájaros fue en los años 90, tratándose de grandes óleos de aves exóticas (tucanes, grullas, garzas, loros, pingüinos, flamencos, etc.) encuadrados en primer plano dentro de sus entornos naturales, en vivos colores que, lejos de representar meros animales, constituyen retratos de seres alados que nos observan desde el otro lado del lienzo. En sus últimos años siguió pintando pequeños abstractos de vivos colores que muestran su alegría por la vida, algo que le duró siempre.